La Declaración de Dakar: la caja de herramientas estratégicas y metodológicas de CODATU
Entrevista con Jean Jacques Helluin Delegado General
«Con el tiempo han ido surgiendo realidades que apoyan y orientan nuestras recomendaciones a los países en desarrollo y emergentes.
En Dakar, el pasado mes de octubre, confrontamos estas convicciones con las opiniones de nuestros socios institucionales y privados. De este modo, y sobre la base de su apoyo, nació la Declaración de Dakar.
En ella nos dirigimos sucesivamente a cada categoría de interesados, ya sean gobiernos nacionales de países en desarrollo y emergentes, gobiernos locales y autoridades de ciudades del «Sur» encargadas de la movilidad urbana, instituciones financieras internacionales, gobiernos nacionales y locales de países del «Norte».
Más que un alegato, la Declaración de Dakar es una especie de caja de herramientas estratégicas y metodológicas. Presenta y argumenta los prerrequisitos apoyados por CODATU en la implementación de cualquier política de movilidad urbana o periurbana.
La absoluta necesidad de apoyar financieramente el desarrollo urbano es uno de nuestros principales requisitos. En efecto, la planificación urbana y la movilidad sostenible han sido descuidadas durante demasiado tiempo, tanto por las propias ciudades como en las estrategias de los grandes donantes internacionales.
Históricamente, los financiadores se han mostrado más que prudentes ante la complejidad y a veces la opacidad de la cooperación con las grandes ciudades. Las únicas excepciones a esta regla son, por ejemplo, el Banco Mundial, que en 1973 financió en Dakar la operación «quartiers parcelles assainies», y la Agence Française de Développement, que identificó muy pronto esta carencia y desplegó acciones destinadas a las grandes ciudades del «Sur».
Además, los sistemas de financiación se orientaron principalmente hacia las zonas rurales, con el objetivo de luchar contra el hambre en los países en desarrollo. Esta visión ha acabado generando una forma de ideología «antiurbana» contra la que CODATU lucha activamente, mientras que muchas ciudades del Sur se enfrentan a una demografía galopante y a una expansión urbana incontrolada.
Es cierto que los resultados de los proyectos urbanos son menos visibles a corto plazo que las actuaciones en torno al agua y la agricultura. Pero están en consonancia con las tendencias demográficas. Así, un estudio de Naciones Unidas recordaba en 2018 el aumento de 33 millones de habitantes urbanos en África en 1950 a 286 millones en 2000 y una previsión de 1.500 millones en 2050. No cabe duda de que la planificación de la movilidad sostenible tendrá que desempeñar un papel decisivo.
CODATU también apuesta por una mejor adaptación de los métodos de financiación a las necesidades de los habitantes. Estas necesidades son a veces modestas, pero tenerlas en cuenta es crucial. En efecto, mejorar la movilidad no consiste únicamente en construir un tranvía o una línea de metro. Puede lograrse simplemente reestructurando y mejorando las redes existentes.
Es el caso, por ejemplo, del transporte artesanal, que se ha confirmado a lo largo de la historia como una solución adecuada y eficaz en muchos países. La profesionalización del transporte artesanal es una de las recomendaciones clave que CODATU hace a sus socios.
Así, la Declaración de Dakar simboliza la evolución en profundidad de CODATU, que quiere actuar no sólo sobre los fundamentos de la movilidad sostenible, sino también a un nivel aún más operativo, más cualificado y cuantificable. Además, la creación de un «Observatorio de la Movilidad Sostenible en las ciudades del «Sur» figura en el orden del día de CODATU, demostrando así su marcada voluntad de llevar y seguir sobre el terreno, junto a las autoridades y gobiernos locales, las grandes orientaciones de la Declaración de Dakar.
Declaración de Dakar (descargar)